
Según las causas que la producen, lo que se conoce como etiología, puede clasificarse en: Lumbalgia inespecífica sin causa aparente, que supone un 80% de las lumbalgias. Es benigna y autolimitada, es decir, dura un tiempo y desaparece sin necesidad de tratamiento. Lumbalgia específica supone solo un 20% de los casos. Puede asociarse a la alteración de una raíz nerviosa, con lo que el dolor se desplaza o irradia hacia una de las piernas. Un ejemplo sería el dolor causado por una hernia discal. O puede ser un dolor lumbar secundario por inflamación de las articulaciones de la columna, por un aplastamiento vertebral debido a osteoporosis o por el dolor causado por una fractura inestable.
Ante una lumbalgia el primer paso es acudir a tu médico, para descartar posibles situaciones de alarma, y estudiar el perfil clínico que presenta. Debe determinarse si es un dolor mecánico, que empeora con la actividad física y mejora con el reposo, la alteración de una raíz nerviosa o bien un dolor inflamatorio o un dolor por enfermedad visceral, puesto que el tratamiento es distinto en cada caso.
La acupuntura es un tratamiento eficaz en la mayoría de lumbalgias inespecíficas, pero también en la asociada a la alteración de la raíz nerviosa. En este caso realizamos tratamiento axial del segmento alterado y se obtienen buenos resultados. Asociando tratamiento convencional y acupuntura se obtiene mayor beneficio que con la terapia convencional sola.
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